Sus principales características son: El alumnado se convierte en el principal protagonista del proceso de enseñanza/aprendizaje, mientras que el docente, desempeñará fundamentalmente el papel de tutor/a que guía, orienta, ayuda y facilita. Desaparecen las barreras espacio-temporales. Los estudiantes pueden realizar un curso en su casa o lugar de trabajo, estando accesibles los contenidos cualquier día a cualquier hora. Pudiendo de esta forma optimizar al máximo el tiempo dedicado a la formación. Promueve la interacción directa con los contenidos. Alumnado disperso geográfica y/o temporalmente. No hay interacción física entre docente/s y alumnos/as Hay una comunicación bidireccional entre estudiantes y formadores, que puede ser tanto síncrona (en tiempo real), como asíncrona (en tiempo diferido). Existe una mayor facilidad para ir modificando o actualizando los contenidos según las necesidades del propio proceso. Disminución de costos en la formación (no hay necesidad de infraestructura...
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